Visitamos Ciudad Rodrigo, rescato esta entrada que ya publiqué hace un par de años con el fin de dar a conocer un poquito más mi provincia, que considero que no se conoce mucho, así que os dejo con el post.
Ciudad Rodrigo con niños
Tenía muchas ganas de llevar a los niños a Ciudad Rodrigo.
El último día de mi trabajo anterior fue precisamente en Ciudad Rodrigo y me apetecía volver para ver cómo me sentía unos meses después volviendo allí.
Siempre que entraba por esta puerta pensaba «seguro que a Leo le gustaría ver esto»
Si, pensaba más en Leo que en Gonzalo, cada niño es distinto y cada uno tiene unos gustos, esa visita sabía que sería más del agrado de Leo y no me equivoqué. Ya os conté en el post sobre Almeida cómo decidimos el lugar de la excursión.
Ciudad Rodrigo se encuentra a 86 km de Salamanca, muy cerquita de la frontera de Portugal (concretamente a 25 km).
No os voy a hablar de historia porque la verdad es que podría meter la pata en cualquier momento y además para eso sólo tenéis que buscar Ciudad Rodrigo en Google y os sale mucha información 🙂
Yo os voy a contar cómo lo vivimos nosotros.
¿Qué podemos ver en Ciudad Rodrigo?
Nada más llegar les llamó la atención las barreras que tenían todavía instaladas para los encierros, fuimos el fin de semana después de Carnaval y allí el Carnaval del Toro es una fiesta grande.
Mi intención era entrar por la Plaza del Conde y recorrer la ciudad pero los niños vieron unas escaleras y querían descubrir lo que podían ver desde allí.
La mayor parte de la tarde la pasamos paseando por la muralla, así llegamos a la Catedral de Santa María.
Les llamó especialmente la atención las huellas de las bombas que hay en el Pórtico del Perdón. Ellos todavía no entienden de arte pero si les cuentas algo que tienen más a su alcance les encanta conocer un porquito de historia.
Seguimos paseando hacía la Plaza del Ayuntamiento, personalmente es algo que me encanta hacer cuándo visitamos una ciudad, callejear, aunque demos mil vueltas o pasemos por el mismo sitio varias veces, lo disfruto mucho, aunque sé que cómo consecuencia de callejear dejo de ver otras cosas, pero siempre pienso que «ya volveré» .
Y con los niños me gusta más todavía, porque ellos se quedan parados observando pequeños detalles, por ejemplo, ¿que las cigueñas crotoran? pues podemos entretenernos 5 minutos con eso.
Cuándo llegamos a la Plaza del Ayuntamiento Gonzalo salió corriendo hacía los cañones, cada uno a lo suyo jaja
Según él eso si eran cañones piratas, por supuesto tuvo que subirse en ellos.
En cambio Leo prefirió entrar conmigo a la Oficina de Turismo para pedir un mapa-
¿Véis lo que os digo? a cada uno le atrae una cosa y a Leo lo de pedir información le encanta, aunque el pobre no sé cómo oyo algo de unas momias y se ilusionó con el error.
Cuándo salimos de allí me pidió entrar en La Catedral así que tuvimos que volver, sabiendo que si volviamos nos perderíamos la otra parte de la Ciudad, el Castillo (lo que es ahora el parador), el Puente Romano, el Verraco… en fin, que ya sabemos que tenemos que volver 🙂
¿Os pasa lo mismo? ¿Siempre dejáis cosas por ver?
Ayyyyyyyy qué recuerdos me has traído!!!! Mis padres fueron de viaje de novios entre otros sitios a Ciudad Rodrigo y cuando recorrimos Portugal con ellos de sur a norte años después no podíamos dejar pasar este sitio.
Menudas fotos chulas pones.
Besos y feliz finde.
No han pasado tantos años y los viajes de novios han cambiado muchisimo, mis padres se fueron a Madrid a casa de unos tíos aunque su viaje soñado era ir a Canarias porque era lo más. Es curioso, verdad?
Las fotos son chulas pero esque tengo unos modelos de excepción 😉
Ayyy me encantaría visitar Ciudad Rodrigo, seguro que a mi rubio disfrutaría muchísimo.
Pues ya sabes lo que tienes que hacer, coge al rubio y sube!!
Siempre supe que era precioso!!! tengo ganas de conocer pero es cierto que a Castilla no solemos viajar!
Eso tienes que arreglarlo. Castilla y León es muy bonita y creo que desconocida
Se ve super bonito, un estilo muy Salmantino, por la piedra de los edificios y eso, pero es precioso. La pena es que esté tan lejos de Salamanca, bueno en realidad no está tan lejos de Salamanca, está lejos de aquí, jejejeje.
A ver si cuando esté por alli unos cuantos días, me haré alguna escursión con los niños.
Piedra de Villamayor, y si, es muy identificativa.
Lo que tenéis que hacer es quedaros por aquí varios días y visitar lugares tranquilamente. Que al final sólo venís y paseais por la calle Toro jaja
Pues no lo conocía pero parece un sitio muy bonito y lleno de historia. Me lo apunto por si algún día visitamos la zona 🙂
La lista va creciendo así que vete buscando fecha 😉
jajajaja… Ya te digo!
Jajajaja, me alegro que respetes cada carácter, jajaja. No he ido nunca, pero nos lo apuntamos también.
Y nosotros siempre nos dejamos cosas por ver. Vamos muy Flow por la vida y preferimos disfrutar cada instante como llega.
Se trata de eso, no? Cada uno tiene sus gustos y preferencias, unas veces será para uno y otras para el otro 🙂
Nosotros desde que tenemos los niños planeamos menos lo de ver todas las cosas del programa porque no se llega a todo…y lo que tú dices…ellos se fijan en pequeños detalles que no vienen en las guías…siempre queda un motivo para volver a los sitios…
Nosotros planeamos mucho menos que antes, pero aun así, vemos menos de lo que me gustaría… en fin, tendrá que ser así! y lo que decimos, tenemos la excusa para volver 🙂
Yo estuve dos veces: la primera con mis padres cuando era niña y la segunda hace casi 8 años cuando aún estábamos de novios mi marido y yo (qué locura, si parece que fue ayer!!). Me gustó mucho la ciudad pero la segunda vez que fui fue un poco pesadilla porque era agosto, hacía un calor infernal y había muchísima gente porque había una especie de feria medieval, o algo así. Me gustaría volver con los niños…
jaja creo que se llama el Martes Mayor, y ese día es una locura, bueno, en realidad toda la semana, también tú… no tendrías días! jaja